La fotografía terapéutica hace uso de toda la riqueza comunicacional, pedagógica y artística que posee la fotografía para desde ahí generar procesos de sanación y autosanación en los cuales no se lleva a cabo una terapia formal pero sí procesos de mediación pedagógica y de coaching que acompañen al logro de los objetivos definidos por los y las participantes.
La fotografía es imagen fija, y al serlo así, dispone de toda la riqueza conceptual que el lenguaje de la imagen tiene, además de todas las posibilidades que nos puede brindar tanto una cámara fotográfica como un celular que pueda tomar fotos. Si a esto le sumamos que con la imagen fotográfica podemos traspasar barreras culturales y lingüísticas, podemos captar el instante preciso, la esencia del momento emocional que estamos viviendo, expresar todo aquello nos permite desarrollarnos, así como todo aquello que nos no permite avanzar, entonces la fotografía se convierte en una herramienta terapéutica muy potente más aún si para ser parte de este proceso no se requiere de ningún conocimiento fotográfico.
Objetivos:
La fotografía es imagen fija, y al serlo así, dispone de toda la riqueza conceptual que el lenguaje de la imagen tiene, además de todas las posibilidades que nos puede brindar tanto una cámara fotográfica como un celular que pueda tomar fotos. Si a esto le sumamos que con la imagen fotográfica podemos traspasar barreras culturales y lingüísticas, podemos captar el instante preciso, la esencia del momento emocional que estamos viviendo, expresar todo aquello nos permite desarrollarnos, así como todo aquello que nos no permite avanzar, entonces la fotografía se convierte en una herramienta terapéutica muy potente más aún si para ser parte de este proceso no se requiere de ningún conocimiento fotográfico.
Objetivos:
- Promover el autoconocimiento, la autoestima, la comunicación consigo mismo y con las demás personas.
- Potenciar el análisis reflexivo y crítico de situaciones personales, familiares, grupales, comunitarias, sociales e incluso globales.
- Sensibilizar frente a temáticas y/o situaciones de la vida cotidiana de los y las participantes.
- Promover el pensamiento divergente y la expresividad icónica y verbal.
- Explorar áreas sensibles (sexualidad, adicciones, duelo, etc.); sanar las memorias y las emociones vinculadas a dichas memorias que estén frenando el desarrollo personal.
- Generar espacios de auto-confrontación, de darse cuenta y desde ahí promover la auto-sanación.
- Monitorear cambios y progresos en el propio proceso terapéutico.